669 views 53 secs 1 comments

Fitzcarraldo, La Epopeya

In Letras & Artes
diciembre 29, 2022
Por Miguel Ángel Rodríguez Sosa

Acabo de ver, después de muchos años y con el mismo entusiasmo que la primera vez, la película «Fitzcarraldo» (1982), con la que el director Werner Herzog alcanza la cima del arte cinematográfico y entroniza a Klaus Kinski como el príncipe de los actores de carácter que seguirá siendo.

La película, conmovedora, excitante, narra la aventura de Brian Sweeney Fitzgerald que acomete una de esas tareas que hubiera hecho palidecer al Hércules mitológico (quien hizo las siete propias) cruzando por un itsmo montañoso que separa dos ríos: el Pachitea y el Ucayali en plena selva del Perú llevando por un terreno empinado un barco de 120 toneladas con el esfuerzo invalorable de los nativos amazónicos.

Mucho hay que escribir sobre esta obra maestra de Herzog pero ahora quiero resaltar el maridaje virtuoso de ópera y locura que animaba a Fiscarraldo (como se le decía en Iquitos). Esta asociación está brillantemente expresada en imágenes y música del filme, más en la secuencia final adornada con el acto III de «Il Puritani» de Bellini a cargo de una compañía de ópera traida desde Manaos, interpretado abordo del Molly Aída, que así se llamaba la embarcación de la aventura.

Majestuosa es una palabra que se acerca a calificar esta película.

One comment on “Fitzcarraldo, La Epopeya
Leave a Reply