Por Mauricio Piscoya / Poeta y crítico de música. "Nocturnos para una mujer desnuda" (Con buena letra ediciones, 2022)
Por tu belleza y tu oficio
los cucufatos de antaño
te hubieran llamado pecadora
sin duda. Cosa curiosa,
porque al admirarte desnuda
no pienso en abismos
sino más bien en templos
callados y ocultos
donde los hombres piadosos
desfilan por cientos
rindiendo fe y culto
a tus pechos de cielo,
a tu vientre glorioso
o a tus nalgas purísimas
como ante un milagro mayor.
Y besando tu sexo
ahora lo compruebo
y con esta rima te absuelvo
dando gracias a Dios.