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GUERRA FRÍA 2.0: EL CINTURÓN Y RUTA DE LA SEDA

In Mundo
enero 29, 2025

La Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda es el mayor proyecto de infraestructura del mundo y ha redefinido las relaciones económicas globales. Si bien ofrece grandes oportunidades, también plantea riesgos económicos y geopolíticos para los países involucrados.

El dominio de China en el mundo es una preocupación para algunos sectores. Si bien la influencia china no es intrínsecamente «peligrosa» para todos, sí plantea desafíos geopolíticos, económicos y tecnológicos que afectan el equilibrio de poder mundial. Mientras algunos países ven oportunidades en su expansión, otros temen que su influencia debilite los valores democráticos y aumente las tensiones globales.

La rivalidad entre China y EE.UU. ocasiona tensiones económicas y militares, con riesgos de escalada en conflictos como Taiwán. Además, la guerra tecnológica y las sanciones mutuas entre China y Occidente podrían fragmentar la economía global y afectar a múltiples sectores. Empresas chinas como Huawei y TikTok han sido acusadas de recopilar datos personales y facilitar el espionaje para el gobierno chino.

La estrategia del Cinturón y Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative, BRI) es un megaproyecto de infraestructura y comercio lanzado por China en 2013 bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping. Su objetivo es mejorar la conectividad global a través de inversiones en carreteras, puertos, ferrocarriles, telecomunicaciones y otras infraestructuras clave, facilitando el comercio y la expansión de la influencia china en diversas regiones del mundo.

Facilitar el acceso a nuevos mercados para productos chinos, financiando y desarrollando carreteras, puertos y ferrocarriles en Asia, África, Europa y América Latina, y así asegurar recursos estratégicos como petróleo, gas, minerales y alimentos.

Expansión geopolítica y militar

China ha aumentado su presencia en el Mar de China Meridional, reclamando territorios disputados y construyendo bases militares.

Ha desarrollado una estrategia de «zona gris» para evitar conflictos directos mientras expande su influencia en regiones clave como Taiwán, el Indo-Pacífico y África. Su gasto militar ha crecido exponencialmente, con avances en tecnología militar e inteligencia artificial aplicada a la guerra.

China ya ha implementado una red de puertos y rutas marítimas que conectan China con África, el sudeste asiático, Europa y América del Sur, financiando y construyendo puertos estratégicos en países como Sri Lanka, Pakistán, Grecia y Djibouti y Perú.

Otros proyectos importantes en el marco del Cinturón y Ruta de la Seda son el Ferrocarril China-Europa, una conexión rápida para transporte de mercancías, el Puerto de Gwadar (Pakistán) y el Puente Pelješac (Croacia), financiado por China en Europa.

China está generando una dependencia económica, lo que le da poder sobre decisiones estratégicas de otras naciones. El desarrollo de proyectos de infraestructura en países que carecen de inversión, les genera empleo y crecimiento económico; sin embargo, muchos países aceptan préstamos chinos que no pueden pagar, lo que lleva a que China tome el control de infraestructuras estratégicas como fue el caso del puerto de Hambantota en Sri Lanka.

Algunos países han caído en la «trampa de la deuda», donde China les otorga préstamos que luego no pueden pagar, obligándolos a ceder control sobre recursos o infraestructura clave.

La influencia de China en el desarrollo de tecnologías de IA y 5G, así como su capacidad de monitoreo masivo ha generado preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad global.

El modelo de control chino podría expandirse a otros países donde China tenga influencia, ya que el gobierno chino ha sido criticado por la represión de minorías, como los uigures en Xinjiang, la censura en Hong Kong y el control sobre el Tíbet. El mecanismo de censura y control estatal en Internet ya ha sido aplicado por otros regímenes autoritarios en todo el mundo.